5,5 millones
175 de 188
Posicionamiento índice de desarrollo humano
La República Democrática del Congo situada en África central lleva décadas sufriendo un violento conflicto interno y a pesar de sus riquezas naturales y de su situación geoestratégica es uno de los países más pobres del mundo. Casi el Casi el 64% de la población vive por debajo del umbral de la porbreza. El 70% vive de la agricultura de subsistencia, casi 22 millones de personas no pueden acceder a una alimentación adecuada.
Más de la mitad de niñas y mujeres han reportado haber sido víctimas de violencia sexual, de matrimonios forzados o embarazos tempranos que les obligan a dejar la escuela. Tras dos guerras regionales y años de conflicto la población congoleña sigue afrontando situaciones de violencia extrema y desplazamientos masivos, lo que le convierte en el país con más desplazamientos internos de toda África, incluyendo 3,2 millones de niños y niñas. Se calcula que los conflictos ha causado más de 5,4 millones de muertos sobre todo como resultado enfermedades y falta de alimento.
Desde 2017 la situación de seguridad en el país se ha deteriorado y a varios brotes de Ébola se suma ahora la pandemia de COVID-19 que está conduciendo al colapso económica y una escalada de la hambruna en todo el país. En las zonas de conflicto como los Kivus, las mujeres, los niños y las niñas se han enfrentado a una violencia inusitada incluyendo secuestros, extorsiones y obligados a enrolarse en la lucha o a hacer trabajos forzados.
Trabajamos en RD Congo desde 2004 específicamente en Kivu Norte donde Hemos hemos construido escuelas, hospitales y centros de salud y promovido el acceso de las mujeres a la educación y oportunidades económicas.
Actualmente trabajamos en la recuperación de niños y niñas soldado y menores explotados en las minas de coltán de Walikale en la provincia de kivu norte. Apoyamos su proceso de reunificación familiar, esolarización y reintegración socioeconómica mediante talleres de formación profesional, prestando especial atención a su recuperación psicológica y social. Entre 10 y 15 niños son secuestrados al mes por grupos armados activos en la región y se estima que 3.000 niños trabajan en 72 minas en el territorio de Walikale.