La apuesta de ONG Rescate por la alfabetización de mujeres en Malí sigue tan consistente como el primer día, igual que lo hace el compromiso de nuestros financiadores, la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha y la Comunidad de Madrid.
Gracias a ellos, en este mes de enero se ha iniciado la segunda fase de la campaña de alfabetización gracias a la cual, durante los próximos cinco meses, unas 160 mujeres recibirán alrededor de dos horas diarias de clases de lectura y cálculo básico. Al finalizar este periodo, todas ellas realizarán una evaluación que permitirá saber quiénes han alcando un nivel de neoalfabeto, que se consigue cuando las personas son capaces de leer y escribir en la lengua local (soninke, maure, pular), así como realizar operaciones de suma, resta y multiplicación de tipo básico.
Gracias al trabajo en la zona, se han puesto en marcha y equipado ocho nuevos centros en las comunas de Djelebou, Koussané y Sahel, todas ellas en la región de Kayes. También, desde nuestra entidad se ha apoyado la construcción de un hangar para albergar los cursos a la sombra del fuerte calor que se alcanza en esta región y se ha dotado el espacio de bancos, mesas y pizarra, así como de cuadernos, bolígrafos y otros materiales didácticos.
FRENO EN EL DESARROLLO PERSONAL Y ECONÓMICO
Aunque la escasa alfabetización es una cuestión generalizada en el país, tiene unas tasas más altas en las mujeres, pues son las niñas las primeras que abandonan la escuela para ayudar a las familias en las tareas de búsqueda de agua y leña, así como para la preparación de la comida y otras tareas domésticas. Por ello, las mujeres carecen siempre de más conciencia y conocimiento sobre sus derechos, además de encontrarse ausentes de la participación pública en el seno de sus comunidades, por no hablar de la falta de acceso a la propiedad de la tierra o de los animales.
“Esta falta de alfabetización mengua su desarrollo personal, pero también su desarrollo económico, pues no les permite tener conocimiento y herramientas para gestionar mejor sus recursos, lo que las mantiene siempre en una espiral de pobreza”, asegura Susana Otero, la responsable de proyectos de ONG Rescate en Malí.
La alfabetización contribuye al empoderamiento de las mujeres, ya que gracias a ello consiguen gestionar mejor sus actividades generadoras de ingreso, se aumenta su confianza a la vez que se facilita la creación de espacios de intercambio de información y mejora su representación en la sociedad como colectivo, de forma que tengan más poder de negociación y denuncia.
Con el objetivo de apostar por esto último, cada aldea tiene constituido un Comité de Seguimiento del ‘Centro alfa’, que se encarga de movilizar y sensibilizar a las mujeres para ser constantes, armonizar las actividades del centro alfa con las de la aldea, así como resolver y participar en las cuestiones prácticas del centro (mantenimiento del hangar, del material, seguridad del mismo y de su contenido….).
Para lograr ese empoderamiento, es importante que desde el inicio las mujeres contribuyan económicamente a mantener el centro y, por ello, durante la primera campaña de alfabetización contribuyeron con sus recursos a pagar el 30 por ciento del salario del profesor. Para esta segunda fase está previsto que aporten el 50%.