Desde ONG recibe ayudas para vivienda y alimentación, para que él pueda centrar sus recursos y esfuerzos en completar su formación.
A sus 25 años, Yosef ha emigrado dos veces. Tras recibir en su domicilio una carta cargada de amenazas de muerte, cuando tenía solo 15 su familia le envió a Venezuela; en parte para protegerle de una sociedad colombiana atrapada en una marcada homofobia y en parte para alejar de ellos a quien de alguna forma suponía una vergüenza para la familia.
En la ciudad de Caracas, entró en la universidad antes de cumplir los 16 años y se licenció en Administración y Contabilidad, pero las cosas comenzaron a complicarse en el país caribeño y decidió volver a su Bogotá natal, donde tan solo mantenía contacto con una de sus tías. Sin saber muy bien cómo, se convirtió en el gerente de una importante empresa de estilismo y peluquería donde comenzó de nuevo su calvario.
Un día, a la salida del trabajo y acompañado por su pareja, ambos sufrieron un atentado. Fue el momento de tomar la decisión por segunda vez. Yosef debía huir de nuevo, pues diez años más tarde, y en un país que presume de puertas para afuera de haber legalizado en 2016 el matrimonio homosexual, los ataques no cesaban.
Hace quince meses solicitó asilo en España. Compagina sus estudios de Técnico en Farmacia y Gestión Comercial porque no quiere dejar pasar ninguna oportunidad de reinventarse y empezar de nuevo. Desde ONG recibe ayudas para vivienda y alimentación, para que él pueda centrar sus recursos y esfuerzos en completar su formación.
“Después de seis años de relación con mi pareja, tuvimos que separarnos debido a que ha decidió pedir protección internacional en Estados Unidos. Fue muy duro”, comentó Yosef, quien con mucha tristeza se enfrentó sin pretenderlo a su familia, con la que no ha vuelto a tener trato. En España, celebra haber recibido solo insultos y no palizas por su condición.
Por suerte, para quienes vemos más allá, Yosef es un joven formado, preparado y cualificado en quien confiamos y a quien acompañaremos para celebrar sus logros en un país donde agradece vivir sin miedo.
Desde el 2014 al 2019, Colombia registró 542 homicidios a personas LGTBI según el informe “El prejuicio no conoce fronteras” y en el que reporta a más de 1300 personas LGTBI que fueron asesinadas en América Latina y el Caribe.
La organización Colombia Diversa ha denunciado el aumento de las amenazas a las personas LGTBI que las amenazas aumentan constantemente año tras año. En materia de atención de nuestra organización, Colombia representa más del 16% en nuestros acompañamientos a personas refugiadas que solicitan protección internacional por motivos de género y LGTBI.