Liam y Nicoletta, Partrick y Anna, Mohamad Efigenia y Rafa… todos ellos forman parte de los más de mil vínculos que se han creado desde 2015, gracias al proyecto BeFriending, entre personas solicitantes y/o beneficiarias de protección internacional y personas que desean favorecer su inclusión en España a través del voluntariado. Porque BeFriending tiene como finalidad promover una red social para las personas refugiadas, estableciendo vínculos de amistad y apoyo.
Para favorecer la participación social, las personas del programa comparten actividades de ocio y tiempo libre, como conocer el barrio, visitar museos, ir al cine, intercambiar recetas, etcétera. Este proyecto fomenta la creación de relaciones menos formales de las que se establecen con profesionales, autoridades y agentes sociales; son relaciones basadas en la confianza, en el enriquecimiento mutuo, en la amistad y la voluntariedad.
A lo largo de la historia se han publicado cientos de estudios sobre la importancia de la amistad que demuestran que esta da felicidad y reducen el estrés a la vez que mejora la confianza y la autoestima. La amistad ayuda a sobrellevar traumas y de ahí la importancia de promover proyectos como BeFriending.
Para Teresa Lozano, psicóloga de ONG Rescate, “las relaciones interpersonales que establecemos son elementos importantes porque cumplen una serie de funciones”. En este sentido, el apoyo social que recibimos de otras personas puede influir de forma positiva y directa sobre nuestra salud y bienestar, ya que “contribuye a satisfacer necesidades humanas como las de seguridad, contacto social, pertenencia, estima, afecto, etcétera”, explica.
Respecto al trabajo con personas migrantes, se debe considerar que, ante una salida voluntaria o forzosa del país de origen; la persona probablemente se traslade sola, quedando en origen sus amistades, familiares, personas conocidas del entorno laboral… “Esto implica una pérdida irremediable de apoyo social, que se complica cuando la persona no habla el idioma del país que la recibe”, comenta la psicóloga especializada en atención a personas migrantes. “No podemos olvidar que, ante este proceso, es muy habitual que la persona atraviese por el denominado ‘duelo migratorio’, que implica una elaboración de estas pérdidas que puede culminar en éxito si se cuenta con determinados factores protectores, entre ellos, contar con una red de apoyo”, añade.
HISTORIAS DE AMISTAD
Y precisamente para ello nació BeFriending. En ONG Rescate llevamos siete años viendo crecer historias de amistad duraderas, viendo a personas recomponerse emocionalmente, viendo cómo se han ido creando espacios libres de prejuicios.
María Sánchez de la Blanca, que es trabajadora social y la responsable del proyecto, explica muy bien las claves del perfil que se inscribe para realizar el voluntariado. “Son personas procedentes de cualquier parte del mundo, que residen en Madrid y que quieren colaborar para facilitar la vida de las personas migradas y refugiadas a través del ocio, en una ciudad desconocida para ellas”, explica.
En cuanto a la edad y la ocupación, hay de todo: desde jóvenes que aún estudian, hasta personas jubiladas. Hay personas que incluso involucran a sus familias y reservan parte de su tiempo para dedicárselo al voluntariado y compartirlo con sus hijas e hijos. Las edades y circunstancias de las personas voluntarias son diversas, pero hay un hilo que conecta a todas ellas: “Muchas de las personas beneficiarias de BeFriending han tenido que abandonar sus países por motivos de género y LGTBIQ+, por lo que lo esencial es que las personas voluntarias estén sensibilizadas con este colectivo y conozcan su realidad. Compartir espacios seguros donde poder expresarse es fundamental para conseguir la plena inclusión”, añade la coordinadora.
RETORNO POSITIVO
BeFriending es nuestro programa de voluntariado más antiguo. A través de él se han creado más de mil vínculos. El feedback, como asegura María Sánchez de la Blanca, suele ser muy positivo por ambas partes.
Según explica, para las personas beneficiarias, vincular con gente local es una oportunidad para conocer la cultura española desde dentro, incluido el idioma, puesto que aquellas que no lo hablan pueden practicarlo con sus vínculos de manera individualizada. Además, participar en BeFriending es una forma de crear amistades que pueden apoyar más allá del ocio, con la búsqueda de alojamiento, de empleo, de recursos… siempre adaptándose a las necesidades de cada persona.
Por su parte, para las personas voluntarias es una manera de entrar en contacto con otras culturas y realidades, de aprender sobre el mundo y de enriquecerse personalmente. “Se crean relaciones bidireccionales y horizontales, donde las culturas de los y las participantes cobran la misma importancia, porque todas las personas tienen algo que aportar”, concluye.
En ONG Rescate buscamos personas interesadas en participar en nuestros proyectos como voluntarias, acompañando a personas refugiadas y solicitantes de asilo en su proceso de inclusión. Y tú, ¿te sumas?