Una de cada tres mujeres se ve afectada por algún tipo de violencia de género y cada 11 minutos una mujer o niña muere asesinada por un familiar. Los datos no vienen más que a reafirmar que, un año más, cuando se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, seguimos muy lejos de alcanzar el objetivo. Hoy en día, la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo la violación de los derechos humanos más generalizada en el mundo y ésta se manifiesta en múltiples formas (violencia dentro de la pareja y en el seno de la familia, agresiones sexuales, matrimonio infantil, mutilación genital femenina, embarazos y abortos forzosos y esclavitud sexual, entre otras).
En ONG Rescate no somos ajenas a nuestra realidad y a la de todas las mujeres del mundo, pero si hay una que conocemos de primera mano es la de las mujeres refugiadas y migradas, que son con quienes trabajamos.
Sabemos de la importancia de luchar y defender los derechos de todas las mujeres desde la conciencia de la interseccionalidad. Por ello, este 25 de noviembre queremos luchar por nosotras y por todas las mujeres a las que acompañamos diariamente frente a la violencia misógina, racista, LGTBIfoba y aporófoba directa, institucional y simbólica que han sufrido en sus países de origen y que, hoy en día, siguen sufriendo en España.
SABINA: PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA ASOCIADA AL GÉNERO
El proyecto Sabina está dirigido a la prevención y acompañamiento a mujeres migrantes extracomunitarias con permiso de residencia o con posibilidades de iniciar trámites para tener permiso de residencia que hayan vivido, estén viviendo o puedan llegar a vivir alguna violencia asociada al género, así como a sus descendientes.
El equipo al frente de este proyecto, formado por trabajadoras sociales, psicólogas y abogadas, ofrece asesoramiento jurídico en materia de extranjería y en relación a diferentes violencias de género, atención social para el apoyo en el proceso de inclusión social y cobertura de necesidades básicas y acompañamiento psicológico en prevención de la violencia, recuperación emocional y reparación del daño psicológico.
Sabina cuenta además con grupos de creación de redes de apoyo, espacios en los que se trabaja a nivel grupal la gestión de las emociones, la socialización de género, la identificación de la violencia, las relaciones libres de violencia, el duelo migratorio, la crianza y todas aquellas inquietudes que son identificadas por el grupo a lo largo de las sesiones.
“Algo que se trabaja de manera recurrente tanto en intervención individual como en intervención grupal es la necesidad de volver a poner el foco en ellas, de priorizarse y de autocuidarse”, asegura Bárbara Esteban, responsable del proyecto Sabina en ONG Rescate.
“La mayoría de las mujeres llegan a España con el objetivo de obtener recursos económicos para ellas, sus hijes y sus familias en sus países de origen, lo que les hace renunciar a su tiempo de ocio y su espacio personal. Además, gran parte de ellas, cuando son madres, ponen el foco en su rol como madre, relegando a un segundo lugar el resto de roles que hasta entonces las caracterizaban”, añade.
El trabajo en Sabina se hace siempre en coordinación con otras entidades e instituciones públicas con el fin de poder dar la mayor cobertura posible a las usuarias con las que trabajamos y poder trabajar en red para una mejor atención.